El Zen dice:

piensa en todas las grandes palabras y en las grandes enseñanzas como en tus enemigos mortales. Evítalas, porque tienes que encontrar tu propia fuente. No tienes que ser un seguidor, un imitador. Tienes que ser un individuo original; tienes que encontrar tu esencia más profunda por ti mismo, sin guía, sin escrituras que te guíen. Es una noche oscura, pero con el fuego interno de la investigación estás destinado a llegar al amanecer.

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